Hace cinco años, Brendan Goh y Tsang, dos jóvenes estudiantes de la Universidad Tecnológica de Nanyang, se presentaron a un concurso de start-ups con un proyecto de lo más curioso: una botella de leche que cambiaba de color según la temperatura de su contenido.
Durante el desarrollo del proyecto se toparon con el primer escollo, la creación de prototipos. Un problema que con demasiada frecuencia dificulta el camino del emprendedor que quiere lanzar el primer diseño de su producto.
Según Brendan Goh y Tsang, la fabricación de un prototipo costaba 1.000 dólares y podía llevar semanas e incluso meses. Irritados por tan lento y costoso proceso, comenzaron a buscar alternativas más baratas.
"Compramos una RepRap que se estropeaba con demasiada frecuencia. Al final tuvimos que gastarnos 2000 dólares en una impresora 3D Ultimaker". Y a pesar de la buena calidad de los prototipos creados con esta nueva impresora, seguían sin estar satisfechos con el resultado.
En vista de la ausencia de una alternativa fiable y asequible que se
ajustase a sus necesidades, Brendan Goh y Tsang, Junto con su amigo
Roger Chang, pusieron en marcha Pirate3DP (ahora Pirate3D) en 2011 con el objetivo de desarrollar la impresora 3D más asequible, fiable y fácil de usar para el ciudadano medio.
A principios de este año, las incubadoras tecnológicas Red Ventures y RedDot invirtieron 482.000 dólares en Pirate3D para apoyarles en su desarrollo.
Su producto estrella, Buccaneer, se encuentra actualmente en la fase de creación de prototipos.
Pirate3D lanzará esta primera impresora en Kickstarter el próximo mes para empezar a aceptar pedidos anticipados, con fecha de entrega estimada en octubre.
Según los fundadores, la impresora 3D Buccaneer tendrá un precio de 300 dólares en EE.UU., totalmente montada y calibrada, lista para usar. Permitirá imprimir objetos con un volumen máximo de 125 x 125 x 125mm, unas dimensiones que sus creadores consideran adecuadas para la impresión de objetos más pequeños como joyas, figuras y juguetes. "Alrededor del 80% de todas las impresiones entran dentro de este rango y es por ello que decidimos empezar con esto como una base. En el futuro, tenemos pensado crear impresoras de mayor tamaño para otros usuarios con necesidades específicas." asegura el equipo.
La empresa no sólo va a construir una impresora 3D asequible para el usuario medio. También piensan montar una tienda online similar a iTunes, donde los usuarios podrán comprar diseños e imprimirlos inmediatamente.
"No queremos ser sólo otra compañía de impresoras 3D, queremos ser la que aparezca en los libros de historia como la que realmente llevo esta tecnología a las casas del ciudadano de a pie".
Talento e ilusión no les falta.
Fuente: 3ders.org
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