La semana pasada tuvo lugar en Nueva York la primera edición de Inside 3D Printing Conference, una convención donde se dieron cita curiosos, entusiastas de las nuevas tecnologías, expertos en impresión 3D y empresas del sector.
Dos días completos en el Centro de Convenciones Javits de Manhattan durante los cuales varios líderes de la industria, innovadores, académicos y analistas dieron conferencias magistrales, y donde las empresas mostraron en sus stands, con demostraciones prácticas y seminarios, las últimas novedades en impresión 3D ante más de 3.000 asistentes.
Para muchos habrá sido una experiencia iniciática, una especie de curso intensivo sobre una tecnología que ha empezado a sonar entre el gran público solo en los últimos dos años (pese a tratarse de una tecnología con casi 3 décadas de historia).
Para los profesionales que están en el negocio - o tienen intención de entrar en él – ha sido una oportunidad única de establecer contactos, escuchar a grandes personalidades de la industria, y tener una idea más clara de cual puede ser la evolución futura de la imrpesión 3D.
En un papel que parecía encajar, dado el liderazgo de la compañía en la industria (y como principal patrocinador de la conferencia) Avi Reichental, CEO de 3D Systems, inauguro la serie de ponencias.
"La complejidad es gratis". Con esta frase, que repite como un mantra en cada conferencia que da, Reichental comenzó su discurso sobre el prometedor futuro de la impresión 3D.
Y subrayó que nunca antes un sistema de fabricación había sido indiferente (en término de costes y dificultad de producción) a la complejidad geométrica del producto. Según él, este es el principal motivo por el cual la impresión 3D va a seguir creciendo y expandiéndose en sectores que van desde la educación hasta los dispositivos médicos o la automoción y la industria aeroespacial.
Gran parte del enfoque de la conferencia fue sobre los diferentes sectores y segmentos de mercado donde la impresión 3D ya está siendo aplicada.
Algunos de los seminarios más destacables fueron los que exploraron la implantación de impresoras 3D en los niveles educativos de primaria y secundaría, el crecimiento del mercado de las impresoras de escritorio o el bioprinting, impresión de tejido humano con fines médicos.
El analista Terry Wohlers y Peter Weijmarshausen, CEO de Shapeways, también dieron discursos interesantes sobre el futuro de la industria.
Aparte de las conferencias, también se realizaron seminarios de caracter netamente práctico. Decenas de stands de distintas empresas exhibieron toda su artillería. Una variedad de impresoras 3D profesionales y de escritorio, junto con tecnologías relacionadas, como escáneres y software de modelado 3D o servicios de impresión online.
Recapitulando, hay algo que parece quedar claro con esta conferencia. Y es que aunque la tecnología de impresión 3D lleva 30 años entre nosotros, es ahora cuando alcanza un nivel de desarrollo que verdaderamente puede convertirla en una tecnología disruptiva.
Basta con contar el número de veces que los conferenciantes repitieron palabras y frases como "naciente", "sólo estamos arañando la superficie” o “esto es solo el comienzo” para describir el estado de la cuestión y la euforia y optimismo generalizado de los ponentes sobre las posibilidades de la impresión 3D.
Los insiders de la industria están convencidos del potencial disruptivo, profundo y de largo alcance, de la impresión 3D en los más diversos ámbitos y sectores, en una escala más grande de lo que la mayoría de los observadores casuales pueden imaginar.
En Chicago se celebrará otra edición los días 10 y 11 de julio.
Texto traducido y adaptado del original de Brian H. Jaffe en Inside 3D Printing.
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