El proceso comienza con la captura de datos de la constitución corporal, fisonomía y estilo del cliente.
La información obtenida es procesada utilizando algoritmos que transformar los datos en un modelo 3D de la tabla adaptado a las características de cada individuo. Este modelo se imprime en una impresora Fortus de Stratasys. Finalmente se reviste de bambú y se sella con fibra de vidrio.
Foto: Shanon Marks, West Palm Beach. |
Probando la primera tabla de windsurf impresa en 3D |
Made Board también ha diseñado una aplicación que permite conectar con otros surferos, monitorear su actividad y obtener estadísticas y datos que permiten llevar un seguimiento preciso de su evolución, motivando al usuario para mejorar. Además, esta información también puede ser procesada para rediseñar una nueva tabla.
La empresa también destaca en su página web el aspecto de la sostenibilidad “Cero residuos. Otros fabricantes de tablas desperdician demasiado material. La fabricación aditiva sólo utiliza el material necesario”.
La personalización de producto es una de las mayores ventajas de la impresión 3D. Prótesis, tablas de snowboard o figuras personalizadas son solo algunos ejemplos. Estoy seguro de que cada vez veremos más empresas aplicando esta tecnología para ofrecer al cliente productos únicos, completamente adaptados a sus gustos, características y necesidades específicas.
ACTUALIZACIÓN: Made Boards acaba de lanzar su campaña en Kickstarter.
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