Según una encuesta, el 6% de los británicos estarían interesados en adquirir una impresora 3D

Como parte de una gran exposición sobre el futuro de la fabricación, el Museo del Diseño encargó una encuesta a Ipsos MORI, con el objetivo de conocer la percepción que tienen los ingleses sobre la tecnología de impresión 3D.
En total fueron entrevistadas 994 personas.


Estos son algunos de los resultados obtenidos:

• El 6% de sus ciudadanos asegura estar interesado en comprar una impresora 3D 
• El 71% sabe muy poco o nada acerca de la impresión 3D mientras que un 19% asegura tener cierto conocimiento sobre esta tecnología.
   
• 2 de cada 3 (66%) prefieren dejar la cuestión del diseño a los profesionales, mientras que a un 20% le gustaría participar en el proceso de diseño de sus artículos.

• Los hombres sienten más deseos que las mujeres de tener una impresora 3D en casa, exactamente el doble (8% frente a 4%).

• Y, como era de esperar, los jóvenes sienten más atracción por esta tecnología. A un 9% de los encuestados con edades comprendidas entre los 15 y 34 años les gustaría tener una impresora 3D mientras que solo el 1% de los mayores de 65 años muestran interés por poseer una.

• En cuanto al uso de las impresoras 3D, un tercio (35%) está de acuerdo en que es positivo que la gente pueda crear objetos cotidianos y piezas de repuesto en casa. Pero un porcentaje similar (32%), especialmente las personas mayores de 65 años, también se muestra preocupado por la posibilidad de fabricar armas.

Ben Page, presidente ejecutivo de Ipsos MORI cocluye que "Gran Bretaña está dividida en dos grupos: aquellos preocupados porque las nuevas tecnologías e Internet estén destruyendo la memoria y el conocimiento, y descontentos con su ritmo de vida. Y los que la abrazan como un poderoso divulgador del conocimiento y se sienten cómodos con los cambios constantes en su vida acelerada”.

Por tanto, creo que podemos hablar de dos grupos generacionales. La generación digital frente a la generación analógica. Jóvenes, generalmente más entusiasmados, positivos, atrevidos y receptivos ante los avances tecnológicos. Y los más mayores, miedosos, negativos, cautos o con una posición más defensiva y de rechazo ante lo nuevo. Unas diferencias por otra parte lógicas y previsibles cuando hablamos de temas tecnológicos.