Investigadores de la Universidad de Tel Aviv están experimentando con la impresión 3D de MEMS (sistemas microelectromecánicos, no más grandes que un milímetro, que se utilizan en smartphones y otros dispositivos) biocompatibles que permitan la creación de toda una nueva generación de prótesis e implantes cibernéticos.
Tradicionalmente, los MEMS están hechos de silicio, metal o cerámica. Y el problema es que ninguno de estos materiales resulta adecuado para su integración en el cuerpo humano.
Sin embargo, un nuevo polímero, suministrado por la empresa francesa Arkema/Piezotech y
adaptado para la impresión 3D por los investigadores Leeya Engel y Jenny Shklovsky de la Universidad de Tel Aviv, cambia todo el panorama, ya que se podrían crear prótesis más seguras, cómodas y eficientes.
La incorporación de todo tipo de pequeños sensores en prótesis “inteligentes” y dispositivos integrados puede suponer un paso de gigante en el campo de la cibernética y la medicina.
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