A diferencia de otras impresoras 3D, que imprimen un solo un ingrediente, Foodini permite imprimir simultáneamente hasta seis ingredientes. También cuenta con un calefactor incorporado para mantener la comida caliente durante el proceso de impresión.
Los creadores de esta idea están estudiando nuevos ingredientes para ofrecer la posibilidad de imprimir productos salados. En un primer momento la empresa comercializará 15 ingredientes dulces en cápsulas de 100 gramos, con un coste aproximado de dos euros por cápsula.
Lynette Kucsma, un ex empleado de Microsoft que se unió a la compañía a principios de este año, cree que en un futuro próximo los usuarios podrán comprar los ingredientes en tiendas y utilizarlos en sus impresoras 3D. Las cápsulas podrían ser rellenables, como los cartuchos de tinta actuales para impresoras 2D.
En una entrevista con The Wall Street Journal el presidente ejecutivo Emilio Sepulveda dijo que Foodini tendrá un precio de alrededor de 1,000€ .
Sepúlveda considera que el principal mercado para esta impresora 3D es el ciudadano medio, pero cree que también podría ser un éxito entre los chefs profesionales.
Natural Machines fue fundada por cuatro socios hace apenas año y medio. Cuenta con cinco empleados a tiempo completo y está en conversaciones informales con empresas de capital riesgo para buscar financiación, de acuerdo con The Wall Street Journal.
La compañía ha sido galardonada con un premio como finalista en la 7 ª edición del Premio al Emprendedor XXI de Cataluña.
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