La rápida evolución de la tecnología de impresión 3D vendrá acompañada por cinco tendencias que producirán importantes cambios en la economía mundial, según las últimas predicciones de la consultora McKinsey & Company.
El año pasado la firma incluyó la impresión 3D en su lista de las 12 tecnologías disruptivas que afectarán a la economía mundial. Ahora, en un artículo reciente, McKinsey pone en el centro del escenario la impresión 3D, y sugiere que los altos ejecutivos deberían empezar a prepararse para estas 5 tendencias disruptivas.
NOTA: Me he permitido realizar un pequeño cambio y lo he dejado en cuatro tendencias, uniendo en un solo punto las tendencias 3 y 4 de las que habla McKinsey en su informe.
1. Aceleración del proceso de desarrollo de productos
Desde que aparecieron las primeras máquinas de impresión 3D, se han estado utilizado para hacer prototipos que se utilizan en el proceso de diseño, ahorrando tiempo y costes en el desarrollo de productos.
McKinley predice que el uso de la impresión 3D - tanto en la creación de prototipos como en la fabricación de productos en fase de desarrollo - va a seguir creciendo y ayudará a acelerar los procesos de producción.
2. Nuevos procesos de fabricación
En 2011, sólo alrededor del 25 por ciento del mercado de la impresión 3D estaba directamente relacionado con la fabricación de productos finales. Este segmento del mercado está creciendo muy rápido, a una tasa anual del 60%. La caída de precios y las mejoras en la tecnología y los materiales hacen que la impresión 3D pueda ser una vía rentable para la fabricación de productos específicos - especialmente objetos de diseño complejo y volúmenes de producción relativamente bajos.
3. Nuevas posibilidades
La tecnología de impresión 3D ofrece posibilidades de diseño de las que muchos ejecutivos aún no son conscientes y, como resultado, no están siendo aprovechadas actualmente.
Las posibilidades que ofrece la impresión 3D para la personalización, modularización y creación de piezas específicas va a suponer un cambio importante en la relación entre clientes y empresas, que tendrán que adaptarse. Los nuevos procesos de producción requieren una reevaluación de los modelos de producción, y la impresión 3D puede cambiar el rol de consumidores y empresas.
4. Nuevos competidores
La impresión 3D reduce los costes de fabricación y hace que sea más barato comenzar a producir en un volumen bajo, fomentando la creación de nuevas empresas especializadas en el diseño y fabricación de productos personalizados y hechos a medida.
Mientras tanto, el uso de la impresión 3D por parte de los consumidores añade una nueva dimensión a los paradigmas actuales de la competencia empresarial.
Para más detalles sobre las predicciones de McKinsey, podéis leer el informe completo aquí.
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