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martes, 2 de diciembre de 2014

Análisis de la impresora 3D Da Vinci 1.0

Buscando una impresora 3D con la que iniciarme encontré la Da Vinci 1.0, de la compañía XYZPrinting. Lo que me hizo detenerme para estudiarla más a fondo fue su precio, su diseño y el premio recibido en el CES 2014 como una de las mejores impresoras de su gama.



Impresora 3D Da Vinci 1.0


Principales especificaciones técnicas

  • Resolución máxima de impresión (grosor de capa): 0,1mm..
  • Velocidad de impresión de hasta 150 mm/seg.
  • Conexión USB 2.0
  • Formatos de archivos 3D compatibles: .stl, .obj y .xyz.
  • Sistema automático de calibrado y limpieza de cabezal.
  • Compatible con Mac OSX y Windows.
  • Permite imprimir objetos de hasta 20x20x20 cm.



Interior de la impresora

En el interior hay varias cintas de protección que deben ser quitadas antes de poner la máquina en funcionamiento. Es recomendable leer la guía de inicio rápido para asegurarse de que no se nos olvida ninguna.

El interior es similar al de la mayoría de impresoras 3D, pero destacaría algunas peculiaridades:

• En la parte derecha hay un sistema de limpieza que permite limpiar el cabezal de impresión, raspando los restos de filamento que pudieran quedar en la boquilla. Justo debajo hay un contenedor donde caen los restos de filamento. ¡Buena idea! Este es un pequeño detalle que no he visto en impresoras que cuadruplican el precio de esta.

• El cabezal tiene una pequeña barra de metal con la que hace contacto en la superficie de impresión, en un proceso de calibración automático para detectar la altura a la que se encuentra la plataforma.


Instalación del software

La impresora 3D se conecta por USB al ordenador e incluye un CD que contiene software, manuales y varios videotutoriales muy ilustrativos donde explican con detalle su funcionamiento los pasos a seguir para realizar nuestra primera impresión.
El software es bastante básico, muy intuitivo, con una interfaz sencilla y limpia.
He importado un archivo STL (podemos encontrar miles de modelos gratuitos en www.thingiverse.com) y luego lo he exportado en el formato de control nativo de la impresora, listo para imprimir.


Filamento

El filamento incluido, 300gr. de blanco mate, viene en una especie de cartucho. En la parte inferior del mismo hay un chip que conecta con la ROM flash de la impresora 3D. Este chip transmite información a la impresora, como la cantidad de filamento que queda en el cartucho. Pero resulta bastante obvio que su verdadera función es detectar el uso de filamentos “piratas” diferentes de la marca propietaria.

La carga del filamento es muy sencilla. En el panel de visualización podemos ver de forma clara las indicaciones para el cambio de cartucho.
La impresora comienza a calentar el cabezal de impresión encendiendo el motor de la extrusora. Basta con introducir el filamento dentro del cabezal y una pequeña cantidad de plástico fundido sale por la boquilla.
A continuación la extrusora vierte el exceso de filamento en el contenedor.


Proceso de impresión

Finalmente, ha llegado el momento de realizar mi primera impresión. Hay tres archivos de muestra almacenados en el propio controlador. La impresora calienta durante 5-10 minutos el cabezal de impresión y la plataforma a 230° C y 90° C respectivamente.

Una vez calentada, la impresora realiza un proceso de calibración automática que dura unos tres minutos.

Primera prueba de impresión con uno de los modelos 3D que vienen por defecto instalados en la impresora

























Algunas de las figuras que he sacado con la Da Vinci 1.0







Tras numerosas pruebas paso a destacar los pros y contras de esta impresora 3D


PROS

Precio
Esta nueva incorporación al mercado de la impresión 3D se vende a un precio más que asequible: 699€.
Lo único que podemos encontrar en ese rango de precios son kits de impresoras como la Prusa i3. Pero la Da Vinci no es un kit para montarte tú mismo. Viene completamente montada y lista para imprimir.


Carcasa
Esta impresora está diseñada pensando en la seguridad. A diferencia de las impresoras que se venden en kits para montar, el mecanismo de impresión está completamente encerrado dentro de una robusta carcasa, evitando el contacto con las partes que se calientan a altas temperaturas durante el proceso de impresión, como la boquilla de extrusión.

Dos puertas permiten un fácil acceso al interior. Una en la parte superior para la colocación del filamento, y otra en la parte delantera para sacar los objetos impresos. El panel frontal también cuenta con una gran ventana para una fácil visualización.
Para recordarnos mantener estas puertas cerradas durante la impresión, la impresora 3D Da Vinci viene con un sistema de alarma integrado. Si los sensores de la impresora detectan que cualquiera de las puertas está abierta la impresora nos avisa con un breve pitido y aparece un aviso en la pantalla LCD.
Puntualizar que la impresora sigue imprimiendo aunque abramos tanto la puerta frontal como superior.

Fácil manejo y usabilidad
La Da Vinci 1.0 es una impresora 3D muy fácil de usar hasta para un completo novato. Sin haber usado nunca una impresora 3D, enseguida me hice con el manejo. En apenas 1 hora la tenía instalada e imprimiendo.
Ya viene calibrada, por lo que no es necesario hacer ningún ajuste.

Además incluye un software 3D muy intuitivo que permite modificar parámetros básicos de impresión como tamaño (hasta 20x20x20cm), posición, densidad (desde hueco hasta sólido), velocidad, resolución de capa (hasta 0,1 mm.) y densidad de soportes.


CONTRAS

El único aspecto en contra de esta impresora 3D es el cartucho de filamento propietario (más caro y limitado en variedad de materiales que el filamento genérico).
Actualmente hay disponibles 12 colores diferentes de plástico ABS en cartuchos de 600gr.
Es de esperar que la compañía amplíe próximamente el rango de colores disponibles y saque también una línea de cartuchos con filamento PLA.

Vale, estoy seguro de que más de uno estará pensando “pues abro el cartucho y lo recargo con filamento genérico”. No es tan fácil. Como he comentado antes, cada cartucho lleva un chip en la base que cuenta el material que se va gastando. Por lo que, una vez hayamos terminado el cartucho, por mucho que carguemos un nuevo rollo de filamento, la impresora detectará el cartucho como vacío. La única forma de engañar a la impresora y que detecte el cartucho lleno sería “reseteando” el chip que lleva el cartucho. Desconozco la manera de hacerlo. (Si hay alguien encuentra un método le invito a ponerlo en comentarios :))


Conclusión

La única pega que se le puede sacar es el filamento propietario (si alguien descubre cómo hackearlo, genial). Una limitación para usuarios que quieran experimentar con filamentos genéricos, algo más baratos y con más variedad en colores y materiales.
Por lo demás, la Da Vinci es una impresora 3D con unas características sorprendentes para su precio. También es ideal para aquellos que no tengan ganas de complicarse la vida con montajes, calibraciones y aspectos técnicos. Su fácil manejo, el software intuitivo y la carcasa protectora la convierten en la impresora perfecta para entornos educativos y empresariales.